Esta semana os traemos a prueba del nuevo Mercedes-Benz un SUV familiar muy interesante. Hemos probado la versión 200 dotada de un propulsor turbo gasolina de 2 litros y 204cv disponibles, en conjunto con el perfecto cambio automático de 9 velocidades y la aprovechable tracción total 4Matic.
La unidad probada venía asociada al acabado Avantgardem, tanto exterior, como interior que le otorga una alta presencia. A nivel dinámico, sin ser un acabado AMG-Line, tiene un funcionamiento esquisto.
Es fácil ver como Mercedes Benz ha cambiado la mayoría de sus diseños en la última década. Son mucho más modernos y más atractivos para las personas jóvenes y no tan jóvenes, todo ello sin perder su espíritu y elegancia que siempre los han caracterizado.
Dada la cada vez más importante moda de los vehículos SUV no podíamos dejar pasar la oportunidad de, después del Clase E, traeros un coche familiar como el GLC.
El GLC es, lo que actualmente se denomina un SUV (sport utility vehicle) y cumple todos los requisitos sobradamente.
Externamente el GLC es, a grandes rasgos, un compacto, grande, más musculado y alto, que le permite a su conductor poder adentrarse en terrenos donde con un compacto u otro vehículo sería impensable, además la tracción total 4Matic no solo ayuda cuando el pavimento esta húmedo o mojado, también en terrenos como la tierra. Tracción que es de serie en todos los modelos de GLC en venta en España.
A lo largo de la prueba realizada y los días que ha estado con nosotros nos ha demostrado que es un coche tremendamente polivalente en todos los sentidos. No solo para un uso específico en vías asfaltadas, fuera de ellas se desenvuelve francamente bien.
La tracción 4Matic es una ayuda si se va a transitar por terrenos complejos o por zonas húmedas con mayor asiduidad. En cambio si el uso principal del vehículo es ciudad la tracción 4Matic si bien también ayuda no es tan determinante.
Nuestra unidad monta el nuevo motor de 2 litros de cubicaje turbo alimentado que en el versión 200 eroga una potencia máxima de 204cv. Más 23cv pertenecientes a un generador eléctrico, encargado de ciertos consumos del vehículo. Todo suma y gracias a esta pequeña hibridación dispone del distintivo ECO.
Dicho motor consigue mover con soltura al GLC un SUV no muy pequeño, 4,7 metros de largo, y 1.925kg de peso. Los 204cv más el apoyo eléctrico hace que complete el 0 a 100km/h en 7,8 segundos. Nada mal.
El puesto del conductor nos ha parecido algo alto incluso en la posición más baja del asiento. Dicho asiento cuenta con múltiples reglajes eléctricos al igual que el volante forrado en piel y de muy buen tacto. Con una dirección precisa pero poco informativa y muy filtrada. Ideal para un vehículo como el GLC que permite pisar tierra.
Los asientos sujetan de maravilla el cuerpo y son cómodos para realizar viajes largos. Son también calefactables, como el volante.
VISIBILIDAD
El SUV GLC de Mercedes dispone de un tamaño medio entre los vehículos de su clase que se venden actualmente en el mercado. Todos, con el paso del tiempo, han tendido a crecer tanto en longitud como en anchura.
Supera por poco los 4,7 metros de longitud. Un tamaño que se puede considerar medio/grande para un SUV actual. No supone un problema a la hora de maniobrar y/o aparcar.
En cuanto a visibilidad, el conductor no tendrá problemas, se ve con claridad y sin que nada moleste.
Los espejos exteriores son de lo mejor que he visto/probado en los últimos años. Son generosos en tamaño que proporcionan una visión trasera inmejorable.
Nuestra unidad venía dotada de faros inteligentes con tecnología matricial LED, su funcionamiento no tiene ningún tipo de reproche, iluminan la calzada como cabría esperar.
También dispone de asistente de luces de carretera, de los que he podido probar es el más rápido en la transición de luces de cruce a carretera y viceversa. Sin molestar a los vehículos que vienen de frente.
IMPRESIONES DE CONDUCCIÓN
Es el primer GLC de Mercedes-Benz que pasa por nuestras manos y esperamos no sea el último, a pesar de tratarse del motor más pequeño en gasolina por potencia nos ha dejado un muy buen sabor de boca.
Sobre todo en cuanto a refinamiento y comodidad de uso, además cuenta con un bonito sonido del motor al subirlo de vueltas.
El cambio automático DCT9 suaviza mucho el cambio entre marcha y marcha, al ser un cambio rápido entre marchas es capaz de exprimir al máximo los 204cv del motor. Y arañar algunas décimas en aceleraciones fuertes frente al cambio manual.
Nos ha gustado su rodar y su manera de pisar. Es un vehículo presumiblemente confortable por suspensión y mecánica. Ideal para viajar y con una alta autonomía. Pero no por ello desmerece en tramos virados. A pesar de su peso, neumáticos de bajo perfil y una suspensión más conservadora que enérgica se tiene muy bien en las curvas y entra con decisión en las mismas. Transmitiendo seguridad a su conductor de que la dirección marcada con el volante será la correcta.
Si se hace uso del modo Sport la conducción dinámica es aún más satisfactoria.
El motor se muestra un poco falto de bajos y con unos muy buenos medios, acelera con fuerza hasta pasadas las 6.000 revoluciones.
Realiza el 0 a 100km/h en 7,8 segundos, con una velocidad máxima según ficha técnica de 221 km/h. No nos vamos a engañar, son datos normales y correctos sobre el papel. En la práctica como ya hemos comentado es suficiente, solo puede faltar potencia en momentos muy puntuales.
FRENADA
El equipo de frenado del GLC está compuesto por discos ventilados en ambos ejes con pinzas monopistón en el eje delantero y, también, monopistón detrás con discos macizos.
A pesar de tratarse de la versión menos potente en gasolina de la gama su equipo de frenos está claramente sobredimensionado con unos frenos muy competentes capaces de frenar el vehículo en poco espacio y de tolerar frenadas fuertes.
El ABS hace aparición si el pavimento está en mal estado, húmedo, con hielo y/o nieve. Por lo general el ABS es poco intrusivo.
El tacto del freno nos ha parecido realmente bueno y capaz, con mucho mordiente perfectamente modulable que en todo momento daba una alta sensación de seguridad al conductor.
TRACCIÓN
El GLC probado es tracción total. Es decir, es 4Matic. Es difícil que en seco presente pérdidas de tracción si tenemos el control de tracción activado, siendo este demasiado intrusivo. Incluso en mojado se puede exigir la máxima capacidad de aceleración del motor y no notar perdidas de tracción.
ESTABILIDAD
Muy estable y confortable, pero todo tiene un porque, y el Mercedes GLC es muy estable por varias razones, la principal por un excelente esquema de suspensiones, muy elaborado y trabajado.
La suspensión, delante equipa un sistema tipo paralelo deformable con resorte helicoidal. Detrás usa, también, paralelogramo deformable y resorte helicoidal, una combinación que hoy en día es de las que mejor comportamiento ofrece en cualquier coche que se monte.
Hay que tener presente que la suspensión del GLC puede ser regulable en dureza según el acabado y motor.
Nos ha parecido un coche que se muestra muy asentado y que permite una conducción de todo tipo, incluida la decidida donde es rápido y su peso no muy notorio en tramos virados. Sorprende gratamente lo bien que va.
REPOSACABEZAS
El Mercedes-Benz GLC homologa cinco plazas útiles, todas ellas disponen de reposacabezas y regulación de los mismos.
CINTURONES
Del mismo modo que sucede con los reposacabezas, el GLC probado monta cinco cinturones de tipo estándar con tres puntos de anclaje. Los delanteros montan pretensores pirotécnicos y avisador acústico de cinturón no abrochado al emprender la marcha.
BEBES Y NIÑOS
El GLC viene preparado para anclar una sillita de bebe en sus asientos traseros gracias a los anclajes ISOFIX y TopTeheter.
El acceso a las plazas traseras es muy correcto, pudiendo introducir sin problemas una sillita de bebe.
El maletero cuenta con buen espacio si tenemos hijos, teniendo un gran volumen de carga (600Litros), y buen acceso, y maletero completamente plano, ideal para la carga de objetos grandes y pesados.
AIRBAGS
Viene provisto de 10 airbag, una cantidad a tener en cuenta.
RECUPERACIONES
El GLC 200 4Matic probado con la mecánica 2.0T es un vehículo de correctas prestaciones sobre el papel y, en la práctica, se defiende muy dignamente ante la solicitud de potencia en momentos puntuales.
Si bien es cierto que los 204cv extraídos del motor gasolina hoy día se nos hacen muy justos para, por ejemplo, llevar el vehículo cargado con todos los pasajeros o emprender un adelantamiento rápido. Donde de verdad la potencia bruta se deja notar.
El 2.0T con esta potencia está más reservado para una conducción tranquila y relajada, donde cumple sobradamente con unos consumos irrisorios y alta autonomía. Hemos conseguido una media de solo 6,6 litros en casi 1000km realizados.
Para mejores prestaciones dentro de la gama del GLC hay disponible, en gasolina; el mismo 2.0T con una potencia de 258cv.
Dentro de la gama del GLC hay mecánicas gasolina, concretamente dos, sin contar con híbrido enchufable o AMG. La de acceso a la gama es la objeto de esta prueba, un 2 litros turbo de 204cv, por encima de este y como mismo motor, pero más equilibrado el 2.0T de 258cv, le sigue el 300e (híbrido enchufable) gasolina con un 2.0T de 204cv, y el 400e (hibrido enchufable) de unos nada desdeñables 381cv. Por último las versiones AMG con unos descomunales 421cv para el AMG43 y 680cv para la nueva AMG 63 S Performance.
En diésel puedes optar por la versión 220d con 197cv, 300d con 269cv, 300de (híbrida enchufable) con 333cv.
CAJA DE CAMBIOS
El GLC se comercializa con cambio automático de convertidor de par de nueve marchas.
El manejo es sencillo, con sólo colocar la palanca en el modo D podremos emprender la marcha.
Una vez en marcha el cambio es rápido entre marcha y marcha, pero algo lento si realizamos una conducción más decidida.
En el modo secuencial o con el modo Sport activado podemos apurar más las marchas y aprovechar la potencia del motor.
CIRCULANDO POR CARRETERA
Hemos probado el GLC por asfalto naturalmente y, fuera de él, en pistas de baja complejidad. Donde disponer de tracción total o solo delantera no era determínate. Nos ha convencido para bien el filtrado de la suspensión en terrenos muy irregulares. El bajo perfil de los neumáticos no ha sido un problema a pesar de ser tipo runflat.
En carreteras nacionales el comportamiento del GLC es soberbio, a pesar de una mayor altura (145mm de altura libre) hacia el suelo apenas presenta balanceos de la carrocería en curvas lentas. Cuenta con una buena estabilidad y un alto confort de marcha.
Se dejan notar los kilos en vacío en las inercias y sobre todo en las aceleraciones donde los 204cv dependiendo de la situación, pueden parecer pocos. Siendo un motor poco aconsejable para una conducción muy decidida. Para dicho menester sin duda mejor una mecánica de gasolina y potente. Hay que tener en cuenta que el motor de acceso a la gama en gasolina.
Nos ha sorprendido el buen y bajo consumo de este propulsor, para lo grande, voluminoso y pesado que es el GLC se ha conformado con medias un poco por encima de los 6,6 litros en más de 900km realizados.
El consumo medio homologado por la marca es de 7,3 litros. No muy lejos del obtenido a lo largo de la prueba. Decir a su favor que se realizó una conducción correcta y, puntualmente eco, también se le solicito, cuando era necesario, la máxima aceleración del propulsor. Es decir, que el consumo obtenido es realista. Siempre yendo a velocidades de entre 90 y 120km/h en autovía.
CIRCULANDO POR AUTOPISTA
En autopista/autovía es el único sitio donde podremos llegar a la novena marcha del cambio automático, porque en carretera es difícil pasar de la sexta/séptima por su alto desarrollo.
El cometido de esta última marcha no es otro que el ahorro de combustible y, ciertamente, lo hace muy bien, pudiendo viajar bajo de vueltas con un menor ruido y menores consumos.
El tarado de la suspensión en este tipo de vía se muestra correcto, ni es molesto ni tampoco excesivamente cómodo, un buen compromiso entre ambos.
CIRCULANDO POR CIUDAD
En ciudad podemos hacer buen uso del cambio automático. Donde le sacaremos el mayor potencial es sin duda en carretera abierta, podremos gozar con su excelente comportamiento.
El consumo en ciudad es sensiblemente más alto que en otro tipo de vías, si hacemos uso del Stop & Start baja algo. Ronda los 8 litros si hacemos mucha ciudad. Una cifra muy baja teniendo en cuenta la potencia disponible y el arrastre de la tracción total. La hibridación que tiene es muy efectiva y ayuda a tener unos consumos más ajustados.
CALIDAD DE ACABADOS
Una de las cosas a destacar son los acabados, a la altura de marcas de mucho renombre, ajustes perfectos en todos los plásticos, telas y pieles.
CALIDAD DE MATERIALES
Los materiales empleados en el GLC son dignos de la marca, muy alta calidad en su confección.
LA OPINIÓN DEL PROBADOR
Hacía tiempo que no pasaba por nuestra redacción un SUV de Mercedes-Benz y, la verdad, es que han cambiado mucho y bien. Siguen teniendo esa calidad que los delata en todo.
Externamente el GLC es como un SUV familiar crecidito, no es excesivamente alto pero si dispone de una buena altura libre hacia el suelo, que permite adentrarse en terrenos más complicados.
Nuestra unidad, ya bien rodada, donde los motores y otras piezas ya están ajustados. Nos arrojó unos consumos dignos de motor diésel.
El 200, objeto de esta prueba, cumple sobradamente todo lo que cabe esperar de él. Si acaso, algo más de potencia siempre viene bien. Por ello la versión 300 con tracción 4Matic y el cambio automático 9 velocidades es la más equilibrada sin duda.
Esperamos en las próximas semanas echarle el guante a una versión más prestacional y, como siempre, contaros lo bueno y lo malo.
CONCLUSIONES
En resumen; el Mercedes-Benz GLC es el SUV familiar mediano que la marca tiene en el mercado, viene muy bien surtido en cuanto a materia tecnológica se refiere. Con los últimos avances en seguridad y tecnología que hacen la vida más fácil y segura a su conductor y acompañantes.
El GLC dispone de un amplio abanico de acabados y mecánicas, para todos los gustos y precios, desde motores turbo gasolina como el aquí probado con una potencia correcta a versiones más prestacionales como el 2.0 Turbo de 258cv o las AMG que harán las delicias de los conductores más exigentes.
La calidad percibida tanto del exterior como el interior del vehículo se hace patente en todo momento. El interior esta cuidado al detalle con muy buenos materiales a la vista. Incluso en zonas bajas los materiales cumplen más que de sobra con lo que cabría esperar.
A nivel dinámico el GLC es un vehículo que a pesar de su peso, potencia y aptitudes familiares, en la unidad probada no se muestra torpe ni en zonas viradas. Pero su espacio está en las vías rápidas y autovías/autopistas. Realizar algún viaje con él nos muestra su alto confort de marcha y el bajo nivel sonoro del propulsor en el interior.
Sin duda una excelente alternativa al compacto tradicional, el GLC es un vehículo valido para todo uso, incluso para adentrarnos por caminos forestales de cierta complejidad donde con un compacto normal es, hoy día, imposible.
A FAVOR:
Consumos, estabilidad, calidad de materiales.
A MEJORAR:
Precio, offroad.
DATOS TÉCNICOS
Versión: | 2.0 T 204cv | Puertas: | 5 | |
Cilindros: | 4 en línea | Plazas: | 5 (3 + 2) | |
Par máximo: | 320 Nm 2.000 a 4.000 rpm | Maletero: | 600 litros | |
Distribución: | 4 válvulas por cilindro.
Dos árboles de levas en la culata |
Peso: | 1.925Kgs. | |
Alimentación: | Gasolina- inyección directa
Turbo Inyección directa por conducto común. Intercooler |
Depósito: | 62 litros | |
Tracción: | Total | Velocidad: | 221 km/h | |
Cambio: | Automática/secuencial, 9 velocidades |
0 a 100 km/h: 7,8 segundos
Precio de unidad probada sin extras y descuentos: desde 59.965 €
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