Esta semana nos ponemos a los mandos de una edición muy especial y deportiva del Beetle de Volkswagen.

A la fecha de escribir esta prueba el Volkswagen Beetle ya no se comercializa pero si se puede adquirir si aún se encuentran unidades de stock.

Hablamos de la edición R-Line que salió a la venta hace ya un tiempo, tanto en versión Coupé como en Cabrio que ya pudimos probar con el motor 2.0 TDI de 150cv.

El acabado R-Line otorga al Beetle de una personalidad propia siendo fácil diferenciarlo de sus hermanos de gama.

No solo es fácil saber que se trata de una versión R-Line por su mayor potencia, también por, en este caso el color atrayente de la unidad probada. Con un aspecto más deportivo.

Por no olvidarnos de su mayor anchura de vías; 7mm delante y 6mm detrás, que le otorgan una imagen más impactante y de mayor empaque.

El acabado R-Line viene muy bien surtido de equipamiento de serie, no en vano parte del acabado Desing; cuenta con pantalla multimedia de 6,3” control de velocidad y radio “Composition Media”, sensor de luces y de lluvia y asientos deportivos.

Además, dispone de sensores perimétricos tanto delanteros como traseros, reposabrazos con pespuntes en color, el salpicadero puede ser de color negro brillante.

El Beetle R-Line dispone de tres motorizaciones; dos en gasolina empezando por el 1.4 TSI de 150cv y el 2.0 TSI de 220cv. Y terminando en el 2.0 TDI de 150cv siendo esta la única alternativa en diésel.

Todos ellos pueden disponer de cambio manual o cambio automático DSG.

Por lo demás el Beetle es ya un viejo conocido, el sucesor del New Beetle. El actual Beetle inició su andadura en el 2011, es un vehículo longevo que, sobre todo en su interior, empieza a notar el paso del tiempo. Externamente es fiel a su imagen y no se aprecia tanto el paso del tiempo.

Las plazas traseras son de un tamaño reducido pero sin mayor problema pueden viajar dos adultos comodonamente, tanto por espacio como por anchura. A fin de cuentas es un 2+2 que solo homologa 4 plazas útiles.

El acceso a las mismas es precario teniendo que abatir los asientos delantero, dejando poco espacio para acceder. Los asientos delanteros cuentan con memoria y vuelven a su posición inicial.

El acabado de la unidad probada era el R-Line, que le otorga una mejor presencia y, a nivel dinámico mayor efectividad. El mayor ancho de vías aunque prácticamente inapreciable en el día a día presenta una mejor estabilidad en zonas muy viradas. La suspensión en este aspecto es muy eficaz y minimiza los balanceos de manera ejemplar.

Interiormente lo primero que podemos ver son unos asiento de tarado semiblando y corte deportivo que recogen de maravilla el cuerpo. Disponen de múltiples reglajes.

El salpicadero es de buenos materiales y ajustes pero abusa de los plásticos duros en zonas muy visibles. Al tacto son agradables.

Está claro que las comparaciones son odiosas y si comparamos al Beetle con los compactos actuales, como le pasaba al Volkswagen Scirocco – derivan de la misma plataforma- se nota la antigüedad del modelo no solo a nivel estético, también a nivel multimedia y de tecnología.

El Beetle es un modelo ya en el fin de su carrera, se anunció su cese de producción hace unos meses, retirándolo definitivamente del mercado. Es un modelo que, a lo largo de los casi 8 años que ha estado a la venta, en su última versión, se ha vendido correctamente, pero siempre ha sido y será un coche poco útil por espacio interior.

Visibilidad

El anterior Beetle no presentaba casi problemas de visibilidad para el conductor, sólo el de los reposacabezas traseros, que no siendo retractiles limitaban mucho la visión por la luna trasera.

En el actual Beetle este fenómeno ya no lo padece, los reposacabezas se pueden bajar del todo y no dificultan en absoluto la visibilidad del conductor.

La visibilidad fronto/lateral es correcta, los pilares “A” siendo forrados en plástico tienen un grosor justo y no restan apenas visión.

La visibilidad trasera/lateral, los pilares “C” de mayor grosor tampoco dificultan la visión directa.

Los retrovisores exteriores son de nueva construcción menos rectangulares y con mayor anchura, se ve muy bien con ellos. Pueden ser calefactados y plegables electrónicamente.

El acabado R-Line equipa faros bixenon de una única óptica, es decir, una bombilla para la luz de cruce y para las de carretera.

La actual gama del Volkswagen Beetle monta luces diurnas de serie en el propio cuerpo de los faros. En el caso de los bi-xenon las luces diurnas emplean tecnología de diodos luminosos.

Hemos conducido con el Beetle por carreteras poco iluminadas o nada iluminadas y la luz proveniente de sus faros nos ha parecido correcta. Un buen haz de luz pero poco potente en la zona central.

Impresiones de Conducción

El Beetle R-Line además de ser ya de por si interesante al tratarse de la versión más completa y prestacional.

En gasolina nos encontramos con motorizaciones que van desde el 1.4 TSI, a el 2.0 TSI.

En diésel sólo podremos optar al conocido 2.0 TDI en su versión de 150cv.

Nosotros hemos probado la versión más potente y por ende más prestacional, el 2.0 TSI en su variante de 220cv, el mismo motor que montaba el Volkswagen Golf GTI 7, catapulta al Beetle en aceleraciones de manera pasmosa. Es de entender las buenas cifras de aceleración que hay sobre el papel. Realiza el 0 a 100km/h ayudado del cambio DSG en tan sólo 6,7 segundos. Con una velocidad máxima oficial de 231km/h.

En la práctica los 220cv extraídos del 2.0 TSI son más que suficientes para realizar una conducción tranquila y, si se necesita, poder realizar recuperaciones o adelantamientos en un breve periodo de tiempo y espacio.

El 2.0 TSI tiene mucho empuje desde bajo régimen, presentando empuje desde las 1500 revoluciones pero siendo este más patente desde las 2000 en adelante. Subiendo con energía hasta el corte de inyección, situado pasadas las 6500 revoluciones.

Es un motor muy elástico de bonito sonido y bajos consumos en una conducción no deportiva.

En conducción más decidida el bastidor es capaz de digerir la potencia resultante del 2.0 TSI, sobre todo los neumáticos de marca Continental SportContact5 los que presentaron ciertos “atragantos” a la hora de digerir la potencia del motor en momentos puntuales de máxima aceleración.

En marcha nos ha parecido un vehículo cómodo, fácil de llevar e incluso muy rápido. Permisivo y voluntarioso.

Frenada

Dada la potencia de la unidad probada, 220cv. El equipo de frenado es más que correcto, discos ventilados en el eje delantero y discos macizos en el trasero.

La capacidad de frenada del conjunto es muy notable, pudiendo solicitar al equipo de frenos grandes esfuerzos sin temor a perder eficacia.

Delante los discos ventilados de 312mm aguantan perfectamente frenadas fuertes sin desfallecer pronto.

Detrás los discos macizos de 272mm son un estupendo apoyo para los delanteros. El sistema de frenos funciona correctamente en un uso lógico. Cuenta con ABS de última generación y ayuda a la frenada de emergencia.

Tracción

La tracción está asociada al eje delantero, es tracción delantera. El Volkswagen Beetle R-Line no presenta pérdidas importantes de tracción a pesar de sus buenos bajos a pocas vueltas.

Con unos neumáticos más deportivos las pocas perdidas de adherencia que presenta en arrancadas fuertes desaparecerán casi por completo.

En todo caso cuenta con control de tracción que hace de manera ejemplar su trabajo reduciendo las pérdidas de tracción en arrancadas o en marcha.

Estabilidad

El acabado R-Line otorga al Beetle de una suspensión enérgica y a la vez confortable. Monta unos neumáticos de mayor tamaño, en el caso de la unidad probada unos Continental SportContact5 en 235/45/18″ Una medida atípica, pero que dota al Beetle de comodidad y un agarre excepcional.

Una vez decididos a probar las buenas virtudes del chasis del Beetle, vemos un excelente agarre a la salida de la curva, muy neutro en todo momento sin mostrar perdidas de ningún tipo y sobre todo muy fácil de llevar rápido, se nos hace la boca aguda de solo pensar lo bien que iría una versión más potente como una posible “R” con un acabado más deportivo y mayor potencia. De por sí los 220cv del 2.0 TSI que monta ya son más que suficientes para cualquier mortal.

El ESP de serie en el acabado R-Line en conjunto con el ASR no suelen hacer acto de presencia a no ser que se vaya muy pasado o le busquemos las cosquillas al vehículo.

Reposacabezas

El Beetle R-Line dispone de cuatro reposacabezas ya que está homologado como cuatro plazas, los cuatro son regulables en altura, y los delanteros también en inclinación, pero no son activos.

Cinturones

Como en el caso de los reposacabezas, el VW Beetle dispone de cuatro cinturones de tipo estándar con tres puntos de anclaje. Los delanteros incorporan pretensores pirotécnicos. Si emprendemos la marcha sin el cinturón abrochado al superar los 20km/h se nos avisara mediante pitidos y en el cuadro de instrumentos de que debemos ponernos el cinturón.

Bebes y Niños

El actual Volkswagen Beetle solo se comercializa en versión Coupé o Cabrio, la unidad probada era Coupé de 3 puertas, teniendo un acceso precario a las plazas traseras.

Los asientos traseros disponen de anclajes ISOFIX, que a la hora de tener un bebe es un plus de seguridad, sabiendo de antemano que la sillita quedara bien anclada.

El maletero cuenta con un correcto espacio para su tamaño, 310 litros. El acceso al mismo no contempla problemas, la boca de carga es ancha y queda a buena altura. Aunque es un poco profundo para introducir objetos voluminosos.

Airbags

En esta versión del Volkswagen Beetle, en cuanto a seguridad las cosas mejoran mucho. Ahora disponemos de 8 airbag de serie. Eso sí bajo petición como opción.

Euroncap

Recuperaciones

Las recuperaciones con el motor 2.0 TSI de 220cv son muy correctas, teniendo una aceleración de 0 a 100km/h en 6,7 segundos.

El contenido peso y la suficiente potencia lo convierten en un coche principalmente para un uso plural. Es válido para todo. A la hora de afrontar incorporaciones fuertes o adelantamientos no tendremos problemas con bajar marcha o pisar con más decisión el acelerador la respuesta del motor es rápida dando lo mejor de sí y evitando estar en medio del adelantamiento más de lo deseado. ´

Realizar un adelantamiento desde velocidades bajas es factible en esta versión de 220cv, la respuesta del motor es buena y empuja desde muy bajo régimen.

El cambio automático DSG es un plus no solo por confort sino también en recuperaciones y aceleraciones. Consigue exprimir al máximo la potencia del 2.0 TSI con cambios muy rápidos entre marchas, araña hasta la última décima en el 0 a 100km/h.

Caja de Cambios

El cambio escogido para esta motorización y potencia es una caja automática DSG de 6 relaciones, poco se puede decir del DSG que no se haya dicho ya. Es un cambio automático de doble embrague en baño de aceite que se empezó a montar en el Volkswagen Golf IV. Lleva entre nosotros más de 10 años, tiempo en el que se ha ido actualizando y limando los pequeños problemas que pudiera tener.

Es un cambio fiable, seguro y extremadamente rápido entre cambios de marchas, sobre todo subiendo marchas, no tanto así como bajando marcha. Fácil de usar y que cuenta con modo Sport y cambio secuencial desde la palanca o levas en el volante. Como cualquier otro cambio automático con independencia de su construcción interna otorga un alto confort de marcha, sobre todo en las ciudades.

Circulando por Carretera

La mayor parte de la prueba fue realizada por carreteras secundarias, con poco tráfico y limitadas naturalmente a 90 Km. /h. Donde el Beetle R-Line se desenvuelve correctamente, con sus 220cv no tendremos problemas en mantener ritmos altos de viaje, teniendo que reducir de marcha únicamente si la pendiente es muy acusada.

En el ordenador de a bordo podemos disponer de informaciones como la temperatura del refrigerante, del aceite y los consumos, tanto la media como el instantáneo.

En la parte alta del salpicadero tres relojes la coronan proporcionando una información muy útil y valida. Temperatura de aceite, hora y cronometro, terminando en la presión del soplido del turbocompresor. La información nunca sobra y en este aspecto el Beetle va bien pertrechado.

Los consumos del 2.0 TSI son más ajustados de lo que cabría esperar, relativamente bajos, además sin hacer una conducción económica bajan más de lo esperado.

Nuestra media por este tipo de vías estuvo cercana a los 7 litros. El consumo homologado es de 5,5L para este tipo de vía.

Los 7 litros a los 100km se obtuvieron en una conducción normal, no buscando la economía, y tampoco conduciendo de manera descuidada. Conducción normal con algún que otro adelantamiento reclamando la máxima aceleración del propulsor.

Es curioso como en poco más de 10 años se ha reducido muy notoriamente el consumo de carburante por parte de las mecánicas de gasolina. Aún recuerdo cuando probé el 2.0 que por aquel entonces era TFSI en el Golf GTI V con 200cv, también DSG y era difícil por no decir imposible ver consumos de 7 litros en el ordenador de a bordo con la misma conducción que hemos realizado en el Beetle R-Line. Un depósito no duraba más de 500km y con suerte. En el Beetle, con mayor potencia, peso y peor aerodinámica puede sobre pasar los 600km si nos lo proponemos de autonomía.

Circulando por Autopista

La rumorosidad del motor en marcha es baja, gracias a que el desarrollo de la sexta marcha es muy largo. Yendo a muy bajas vueltas a 120km/h.

Los consumos por este tipo de vías también son bajos. El homologado es de 6,8 litros a los 100km.

Nuestro consumo se mantuvo a lo largo de más de 100km en 7,2 litros a los 100km. Haciendo uso del Start&Stop cuando se podía y, sobre todo, del modo “Inercia” que desacopla la caja y deja el coche en punto muerto con un menor consumo. Muy útil y en cuanto se le coge el gusto es difícil pasar a otro coche que no tenga este sistema que permite aprovechar las inercias que habitualmente no usamos.

Circulando por Ciudad

En ciudad se desenvuelve muy bien el Beetle R-Line, sus 220cv como es lógico, en un uso en ciudad son más que suficientes, buena potencia disponible y con aceptables consumos de carburante.

El cambio automático DSG es de agradecer en ciudad. Olvidarse del embrague, sobre todo en retenciones o atascos no tiene precio.

El consumo en ciudad, como es obvio, se resiente más que en otro tipo de vías. Dependiendo de la afluencia de tráfico y el tiempo que estemos en retenciones podremos ver medias cercanas a los 9 o incluso hasta 10 litros. Por lo general es un motor poco sediento y no suele subir de ahí. Ahora bien, si se le demanda potencia de manera continuada los consumos si serán mucho mayores en cualquier tipo de vía. Fácilmente podrán alcanzar los 16 o 18 litros respectivamente.

Calidad de Acabados

Los acabados en la versión R-Line son correctos, predominan los plásticos duros por el salpicadero, a pesar de ello son de buen tacto y apariencia.

Calidad de Materiales

Los materiales utilizados en el Volkswagen Beetle son de buena calidad, desde la tela de los asientos a los plásticos del salpicadero

Conclusiones

En conclusión, el actual Volkswagen Beetle R-Line es un modelo que es difícil encontrase por nuestras carreteras es casi como una edición limitada. Y su color naranja le da ese toque diferenciador.

Sin duda una rareza muy interesante.

La opinión del probador

Contando con el Beetle R-Line son cinco lo Beetle de diferentes tipos, acabados y motorizaciones lo que han pasado por mis manos. Todos ellos muy diferentes pero a la vez con algo que los une a todos. Las historia. El Beetle a pesar de que pasen los años, salgan versiones nuevas siempre nos recordara al mítico “escarabajo” de la década de los 40 en adelante. Fue un vehículo muy vendido y un éxito para la marca alemana Volkswagen.

Como es normal el mito tuvo que actualizarse y el New Beetle lo sucedió en el año 1998 siendo este renovado por completo y renombrado a Beetle a secas en el año 2010 y comercializado en el 2011. Que es el actual Beetle que se vendía hasta hace unos meses.

Por edad no pude probar le mítico escarabajo o el New Beetle muy parecido al actual, pero como decía, en el actual Beetle aún quedan reminiscencias de la versión primigenia. Y con esta versión R-Line aunque poco tiene que ver con las primeras versiones del escarabajo es como conducir un coche único, pocos muy pocos veras por las calles y menos con el motor 2.0 TSI 220cv y color naranja metalizado.

Si tuviera que dar una opinión personal y poco objetiva después de convivir una semana con el Beetle R-Line, sin duda lo recomendaría por su exclusividad.

Lamentablemente si estas interesado en comprar un Volkswagen Beetle como el probado lo vas a tener difícil pero no imposible, aunque el Beetle ya no se puede solicitar a fabrica sí que pueden quedar unidades disponibles en stock, por lo que no desesperes en encontrar tu Beetle.

 

A favor:

Consumos, motor, exclusividad.

A mejorar:

Suspensión poco enérgica en tramos virados, acceso plazas traseras.

 

Datos Técnicos

Versión: 2.0 TSI 220cv Puertas: 3
Cilíndros: 4 en línea Plazas: 4 (2 + 2)
Par máximo: 350 Nm de 1500 a 4400 rpm Maletero: 310 litros
Distribución: Dos árboles de levas en la culata Peso: 1489 Kgs.
Alimentación: Gasolina- inyección directa

Turbo, geometría fija

Intercooler, admisión variable

Depósito: 55 litros
Tracción: Delantera Velocidad: 226 km/h
Cambio: Automática, 6 velocidades

 

Consumos

Consumo urbano 9,0 (l/100 km)
Consumo extraurbano 5,5 (l/100 km)
Consumo medio 6,8 (l/100 km)
Emisiones de CO2 157 (gr/km)
Normativa de emisiones Euro 6

 

Dimensiones

Largo / ancho / alto (mm)                                        4288 / 1825 / 1488

 

0 a 100 km/h: 6,7 segundos

Precio de unidad probada sin extras y sin descuento: desde 31410€

 

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