Max Verstappen dejó el título visto para sentencia con su impresionante victoria en Brasil y solo necesitaba terminar por delante de Lando Norris (o detrás si perdía menos de 3 puntos con el inglés) en Las Vegas para coronarse matemáticamente. Y lo logró, con una quinta plaza que fue suficiente al ser Norris sexto, mismas posiciones en las que salían.

Verstappen partía quinto, delante de su rival, y se mantuvo fuera de problemas en la arrancada. Luego fue paciente para adelantar a Pierre Gasly en las primeras vueltas, y comenzó a perseguir a los Ferrari. Aprovechando los problemas de Charles Leclerc con sus gomas, en la vuelta 8 ya subió a posiciones de podio. Con mucho más ritmo que los Ferrari, Verstappen se colocó segundo tras dar cuenta de Carlos Sainz en la vuelta 10. En la 11 entró en boxes, y una brillante parada de su equipo le permitió salir por delante de Sainz, que había parado antes.

En tráfico, se quitó rápidamente de encima a Franco Colapinto, Valtteri Bottas y Kevin Magnussen. Cuando la carrera se estabilizó, empezó a ver cómo se le acercaban los Ferrari, y trató de evitar el undercut parando antes que ellos, en la vuelta 27, con una parada que no fue tan rápida. Luego, ya viendo muy por delante a los Mercedes, fue de nuvo perdiendo ritmo con los coches del Cavallino, y Sainz le adelantó y bajó del podio con una gran maniobra a falta de nueve vueltas para la bandera a cuadros.

Leclerc trató de hacer lo mismo, pero Verstappen aprovechaba el DRS de Sainz para conservar la cuarta posición, hasta que a falta de cuatro vueltas, el de Ferrari le superaba y le dejaba quinto, más que suficiente para ser campeón del mundo de F1 por cuarta vez.

Lejos del dramatismo de su primer título, el de 2021, este de 2024 ha sido el más competido desde entonces, y en determinados momentos parecía posible que se le escapara. Ganó siete de las primeras diez carreras para conseguir una ventaja que parecía insalvable, y que hacía que a mitad de año ya todo el mundo le diera por campeón.

Sin embargo, Red Bull comenzó a perder rendimiento, y Verstappen pasó una racha de diez carreras sin ganar, lo que permitió ir acercándose poco a poco a Norris. Pero el inglés no terminaba de aprovechar la superioridad de McLaren en esa franja de la temporada, y la distancia nunca bajó de 47 puntos.

Parecía que lo haría en Brasil, donde Norris ganó la carrera sprint y logró la pole, mientras Verstappen, con sanción y problemas, salía 16º. En esas posiciones se habrían quedado a 18 o 19 puntos, pero el neerlandés hizo una de sus mejores actuaciones para, en lluvia, remontar hasta ganar la carrera y dar un golpe definitivo al mundial, y hacer aún más grande su nombre en los libros dorados de historia.

Vía – Motorsport.com