Tras 11 Dakares completados en motos y tres en coches, Laia Sanz pone fin a una racha histórica… Y no por decisión propia, sino por imposición. La Federación Internacional de Automovilismo, organismo regulador del Rally más exigente del mundo desde hace escasas ediciones, ha vuelto a llevarse el protagonismo. ¿La razón expuesta? Un motivo de seguridad digamos que un tanto discutible.
La FIA interrumpe el sueño de Laia Sanz en el Dakar 2025
Como ya contamos en Car and Driver durante la primera etapa del Dakar 2025, que se está disputando por sexto año consecutivo en Arabia Saudí, Sanz y su compañero italiano Maurizio Gerini se toparon con una piedra en el kilómetro 330 de la Etapa 1 con recorrido en Bisha. Previamente, el Century CR6-T V6 Biturbo de 400 caballos perdió la tercera marcha desde un temprano kilómetro 20. Pero, sin duda, el mayor contratiempo fue la roca que desató la pesadilla.
El líder de la etapa, el estadounidense Seth Quintero, se detuvo en el desierto para asistir a Sanz y Gerini. Este gesto deportivo del joven piloto de Toyota permitió a la dupla hispano-italiana llegar al vivac de noche y justo a tiempo: por dos minutos. Fue en ese instante, al comenzar las reparaciones, cuando la FIA se percató del mayor de los males. La carrocería, seriamente dañada, escondía un gran problema: la barra lateral superior del arco de seguridad se había desplazado por dos milímetros. Esta ligerísima desviación de la jaula de seguridad le bastó a la Federación para tomar la decisión más radical: impedir la continuidad de la piloto de 39 años en el Dakar.
Con mucho dolor y resignación, Laia Sanz entendió y aceptó la decisión. Hasta cuatro participantes más se toparon con el mismo pedrusco, que tan mal estaba colocado en el camino. Sin tablets de navegación, sin tercera marcha, sin apenas preparación para 2025 y, por último, sin Dakar por un dictamen de última hora. Probablemente, la referente femenina del mundo del Off-Road sufrió la noche más dura de su vida en el desierto.
Sus 14 presencias exitosas en el Dakar, previas a este abandono forzoso, ya son historia de la competición. El objetivo de la campeona de 14 mundiales de Trial femenino y seis de Enduro era pelear en esta edición por la victoria en la categoría T1.2, después de haber finalizado en un 15º puesto muy positivo en la clasificación general de coches, en 2024. Ahora la meta de Laia no es otra que recuperarse de este batacazo moral y preparase mejor para 2026 con el mismo apoyo de los patrocinadores y con el deseo de retornar a Arabia Saudí habiendo recorrido un mayor kilometraje, a diferencia de 2025.