Ha sido un gran fin de semana para la Fórmula 1 en Estados Unidos: el campeonato del mundo corrió en Miami y anunció una ampliación del contrato con ese circuito, que permanecerá en el calendario hasta 2041. Al margen del intenso fin de semana de carreras, el gigante automovilístico estadounidense General Motors organizó una fiesta de presentación para su equipo Cadillac de F1, que podría tener un impacto mucho más duradero en el deporte en suelo americano.
La F1 no oculta su deseo de expandirse en Estados Unidos. Aprovechando el éxito de la serie de Netflix Drive to Survive, el campeonato ha tratado de capitalizar el creciente interés con nuevas carreras en el país y mayores esfuerzos para seducir al público norteamericano.
Como resultado, la audiencia en EE. UU. se ha disparado: el número de personas que ven las carreras en servicios como ESPN prácticamente se ha duplicado entre 2018 y 2024. Además, el espectáculo en pista y fuera de ella en Miami, Las Vegas y Austin demuestra que la F1 encaja de forma natural en la cultura americana.
Sin embargo, aunque miles de aficionados acuden a estos grandes premios, aún no han tenido la experiencia de ver ganar a un equipo estadounidense en casa. Y eso tenía que cambiar si la F1 realmente quiere atraer a los fans del motorsport estadounidense.
Ahí entra en juego General Motors, que cuenta los días hasta que su equipo Cadillac debute en la parrilla en 2026.
GM consiguió finalmente la aprobación para entrar en la F1 durante el GP de Las Vegas 2024, y desde entonces sus actividades han ido aumentando de forma constante. Han aparecido todo tipo de ofertas de empleo en su web, firmaron un acuerdo de motor con Ferrari para su temporada inaugural, y este mismo año se les concedió la aprobación oficial para debutar en 2026.
Con el trabajo en el equipo y el coche avanzando a buen ritmo entre bastidores, GM eligió este fin de semana para lanzar oficialmente su proyecto Cadillac en la F1 y conquistar los corazones del público estadounidense.
Antes incluso de anunciar un piloto o mostrar una imagen del monoplaza de 2026, Cadillac hizo su entrada en la Fórmula 1 con todo el brillo y glamour que los fans americanos esperan del campeonato.
En la fiesta de presentación en Miami, el sábado, la marca propiedad de General Motors invitó al actor nacido en Michigan Terry Crews para dar comienzo al evento, contó con la actuación de la cantante y actriz Janelle Monáe, y empezó a generar expectación por su llegada a la F1.
El evento tuvo el mismo nivel de espectáculo que la F1 busca en citas como la de Las Vegas, y el derroche de detalles cromados y vestimentas brillantes rivalizó incluso con el de la ciudad del juego.
El lanzamiento encendió las redes y avivó la conversación sobre la entrada de Cadillac en la F1, y los aficionados ya están implicados. Durante el evento, muchos curiosos se amontonaron para ver a los invitados, y algunos incluso pidieron en voz alta a los ejecutivos de Cadillac que ficharan al mexicano Sergio Pérez para la temporada 2026.
Todo esto juega a favor de Cadillac, que está consiguiendo generar una gran expectación en torno al nuevo equipo. Durante una mesa redonda celebrada en el GP de Miami, Dan Towriss —CEO de TWG Motorsports, la empresa matriz que alberga Cadillac— llegó a decir a Motorsport.com que «no podría estar más feliz con la respuesta al equipo Cadillac de Fórmula 1».
Es razonable pensar que el impulso en torno al equipo no hará más que crecer, y en los próximos meses aumentarán los motivos por los que Estados Unidos debería volcarse con esta escudería.
A Estados Unidos le encantan los héroes de cosecha propia, especialmente aquellos tan orgullosos de sus raíces como Cadillac. Además, los fans americanos siempre tienden a apoyar al «underdog», y Cadillac lo será cuando se enfrente a gigantes como Ferrari, McLaren y Red Bull en 2026.
Hasta ahora, los fans estadounidenses de la F1 no han tenido realmente ninguna de las dos cosas. Apoyar a Haas ha sido complicado, ya que las polémicas siempre han rodeado al equipo, y las opciones más cercanas eran Aston Martin (con capital canadiense) o Red Bull por el ahora ex piloto Checo Pérez.
Pero Cadillac aspira a ser más americano que todos ellos. Su jefe de equipo, Graeme Lowdon, ya dijo a Motorsport.com a principios de año que «a los fans les encantaría ver a un piloto estadounidense en un equipo estadounidense». Aun así, luego matizó que Cadillac elegirá a sus pilotos “por méritos” y no por su nacionalidad.
A pesar de ello, la emoción por ver a un equipo americano iniciar su campaña en una carrera estadounidense es real, y Cadillac está trabajando intensamente en distintas sedes de EE. UU. y Europa para prepararse para la próxima temporada.
El equipo trabaja contrarreloj para cumplir plazos clave como el primer encendido del motor de su F1, el shakedown previsto para finales de enero en Barcelona y el debut oficial en el GP de Australia de 2026.
Antes de eso, Cadillac solo necesita montar un equipo que reúna el amor de América por el automovilismo, diseñar una decoración que grite «libertad» y fabricar un coche que ruja como el trueno sobre el Monte Rushmore.
Vía – Motorsport.com