Ninguno de los dos pilotos del Cavallino Rampante pudo explicar por qué el rendimiento del coche no estuvo al nivel de sus rivales durante la carrera en mojado del Gran Premio de Sao Paulo 2024 de Fórmula 1. Charles Leclerc llegó quinto a la línea de meta, una posición mejor que su lugar de salida, pero se quedó a más de medio minuto de Max Verstappen, que se abrió paso desde la parte trasera de la parrilla hasta la victoria.
Mientras que el fin de semana para el monegasco fue para olvidar, el de Carlos Sainz estuvo en la misma línea, ya que se estrelló tanto en la clasificación como en la carrera, antes de recibir una reprimenda por conducción peligrosa al intentar salir de la zona de su accidente a pesar de que los comisarios ya estaban en el lugar.
El resultado de Ferrari fue tan sombrío como el propio clima, sobre todo teniendo en cuenta las victorias que cosecharon en los dos últimos fines de semana, las otras dos pruebas del triplete americano: «Siempre he sido un piloto muy fuerte en mojado, pero, por alguna razón, desde que he probado este coche en lluvia, nunca he tenido buenas sensaciones con él».
«No sé si es que no ponemos energía en los neumáticos, si vamos demasiado duros en la media-alta velocidad, o qué es, está claro que es muy difícil e impredecible de pilotar», explicó el español. «Estoy contento de que Charles [Leclerc] haya conseguido llegar a casa en quinta posición».
El monegasco estaba dispuesto a asumir parte de la culpa por el pobre rendimiento, pero estaba contento de que su quinto puesto les mantuviera en la segunda posición del mundial de constructores, donde están a tan solo 36 puntos de McLaren: «No [me gusta el coche con lluvia], creo que tengo parte de la culpa porque decidimos los reglajes junto con el equipo».
«Quería ir en una dirección, pero era la equivocada. El ritmo no estaba ahí, ya en la clasificación, aunque no estábamos tan mal», dijo. «Con los nuevos neumáticos, bajo combustible, se puede extraer más del coche, pero, en la carrera, no estábamos en ninguna parte, y más que estar en ninguna parte, era extremadamente difícil de conducir, muy complicado no cometer ningún error».
«Al final, viendo todo esto, de lo único que podemos estar un poco satisfechos es de estar delante de los dos McLaren, y perder solo cuatro puntos en constructores es una gran limitación de daños en un fin de semana en el que parecían tan fuertes», continuó Charles Leclerc.
El conjunto de Maranello estaba en una buena forma, y todavía podrían conseguir su primera corona de constructores desde 2008 si pueden dar caza a los de Woking en las últimas tres citas, como señaló Carlos Sainz: «Estaremos vivos hasta el final. Ahora vienen tres fines de semana que van a ser importantes para todo el equipo, y ahora tenemos que volver a centrarnos, reagruparnos y ver cómo podemos afrontar estas tres últimas carreras de la mejor manera posible».