El equipo Ferrari está tomando plena conciencia de su potencial, tanto en las carreras como en el mercado de los coches de calle. El lanzamiento del F80 fue un éxito, un vehículo fruto de la tecnología de la Fórmula 1 y del WEC, que ya tenía a sus 799 afortunados clientes reservados, y en la pista van lanzados a pelear por el título de constructores de la temporada 2024 en el Gran Circo.
Se metieron de lleno en la lucha tras un doblete en el Gran Premio de Estados Unidos y el doble podio en el Gran Premio de Ciudad de México, por lo que se colocaron a solo 29 puntos de McLaren. Los ingenieros del Cavallino Rampante consiguieron hacer del SF-24 un monoplaza capaz de batallar por el liderato en cualquier circuito, mitigando así los defectos que sufrieron a principios de año.
Red Bull y Mercedes, que acabaron por delante de los de Maranello en el pasado curso, ahora están por detrás en la tabla, y la recuperación de 46 unidades con respecto a los líderes en las dos últimas citas indica que el campeonato está al alcance de la mano. El 677, nombre del proyecto del monoplaza de la temporada 2025, se está creando en torno al núcleo de ingenieros italianos que encontraron en Loic Serra una persona muy responsable, con una armonía inmediata al cargo de Fred Vasseur.
Los de rojo fabricarán un coche completamente nuevo gracias al presupuesto que ahorraron en la presente campaña, con una suspensión delantera pull-rod, y un chasis y caja de cambios totalmente modificada. La intención será luchar por los dos campeonato el próximo año, sin esperar a la introducción de las nuevas reglas, conscientes de que la brecha se cerró tras las vacaciones de verano.
El director deportivo, por tanto, además de desarrollar el 677, tendrá que llevar a la escudería a la nueva era de la categoría, la de coches ágiles, más pequeños y ligeros. El reto no será tanto aerodinámico como en torno al motor, que obtendrá el 50% de su potencia del propulsor de combustión y el 50% del sistema híbrido, y aunque no se sabe demasiado del seis cilindros diseñado por Wolf Zimmermann, los rumores internos indican que utilizará soluciones «revolucionarias» en la combustión.
El otro aspecto innovador del reglamento será la adopción del biocombustible al 100%, un campo en el que Aramco y Petronas lograron conocimientos muy avanzados gracias a enormes inversiones. Se trata de un área de desarrollo que no está condicionada por el límite de costes, y que ofrece una oportunidad de investigación que puede tener un valor en el rendimiento, pero que puede abrir un mercado útil en el futuro para proteger el motor endotérmico como segunda punta de lanza en la potencia, no solo supeditada al plano eléctrico.
Parece un reto muy ambicioso, aunque Ferrari y Shell lo decidieron abordar juntos. En los últimos días, apareció en la web de la compañía un pequeño comunicado al que, quizá, se le dedicó poca importancia: «Ferrari se complace en anunciar la renovación plurianual de su asociación con Shell. El acuerdo, que entrará en vigor el 1 de enero de 2026, incluye la Scuderia Ferrari HP, el Ferrari Hypercar y la categoría Ferrari Challenge».
El contrato actual expiraba a finales de 2025, pero el adelanto de un año en la renovación no solo da continuidad a una colaboración que comenzó en 1950, sino que también sirvió para definir los nuevos objetivos que Ferrari quiere alcanzar con la multinacional neerlandesa. Shell, según lo que se decía, tenía la intención de querer desarrollar biocombustible para la temporada 2026 de Fórmula 1, mientras que el reglamento parece ir hacia el e-fuel, el producto sintético, un cambio de paradigma que obliga a los socios a modificar sus planes.
La petrolera emplea a más de 500.000 personas y opera 46.000 puntos de venta en más de 80 países, y se describen a sí mismos como «el minorista de movilidad número uno del mundo, que atiende a 33 millones de clientes cada día, y para satisfacer las necesidades de ellos, evoluciona constantemente, ofreciendo los lubricantes, carburantes, productos para el cuidado del automóvil, productos minoristas y servicios que los clientes necesitan para optimizar sus desplazamientos».
El acuerdo con Ferrari sube el listón, y Shell invertirá en e-fuel para llegar en 2026 con un combustible de alto rendimiento que también cumpla con los objetivos de sostenibilidad. El estudio de aditivos químicos con función antidetonante será uno de los temas de investigación, sabiendo que el reglamento de la FIA deja una importante puerta abierta a la investigación, y que la gasolina ‘adecuada’ puede contribuir entre un 3 y un 5% del rendimiento del moto, como si una «guerra» hubiera estallado, aunque en silencio.
Vía – Motorsport.com