El Gran Premio de Singapur es testigo de una carrera puramente estratégica y de la segunda victoria de Carlos Sainz en Fórmula 1, la número treinta y cuatro en el palmares español: el piloto madrileño brilla bajo la noche de Marina Bay, gestionando el ritmo de la prueba en su totalidad y encabezando un podio que completan George Russell y Lando Norris.

Dominio abrumador y fin de semana perfecto de Carlos Sainz. Desde la pole position conseguida en el día de ayer, su segunda consecutiva y la quinta en sus estadísticas, el piloto de Ferrari mantenía la primera posición al apagarse los cinco semáforos. Así precedía a su compañero de equipo en Ferrari, Charles Leclerc, el único integrante de la parrilla que optaba por el neumático blando para afrontar las primeras vueltas. Una elección acertada, pues el monegasco adelantaba a George Russell en los metros iniciales y se aupaba hasta la segunda posición.

Asegurando el doblete de la escudería italiana, Carlos Sainz daba inicio a una carrera que se convertiría en un auténtico juego de tácticas y de absoluta gestión de neumáticos. Una tendencia que se mantenía, prácticamente, de principio a fin de la carrera en Marina Bay. Un ritmo excesivamente lento, con el fin de conservar gomas en una pista tan compleja en lo estratégico. Las diferencias eran mínimas en toda la parrilla, prestándose una atención mutua y constante en la lucha por las paradas en el pit-lane.

La gestión desaparecía en la vuelta veinte, motivo de un Safety Car ocasionado por Logan Sargeant: el piloto estadounidense de Williams impactaba contra las protecciones en el segundo sector y desprendía fragmentos de su monoplaza por diversas zonas de la pista. De esta forma se daban las condiciones idóneas para que todos los pilotos pasasen por boxes para cambiar neumáticos, por lo que las posiciones se mantenían bastante estáticas.

La excepción la protagonizaban Charles Leclerc, que perdía hasta dos posiciones en el carril lento, y ambos Red Bull, que decidían quedarse en pista con un compuesto duro muy desgastado tras más de veinte giros de carrera. Otro de los focos de atención se centraba en Fernando Alonso, sancionado con cinco segundos después de pisar la línea exterior de la entrada al pit-lane. Un penalización que cumplía en su siguiente parada.

Una nueva neutralización, esta vez en formato Virtual Safety Car y como consecuencia de un fallo mecánico y abandono de Esteban Ocon, brindaba una oportunidad de oro para ambos Mercedes. La estructura de Brackley paraba a ambos monoplazas, escogiendo una rueda media muy competitiva y que les haría optar a todo en la parte final de la carrera: la remontada de George Russell y Lewis Hamilton se producía a pasos agigantados.

Los dos pilotos británicos se situaban en tercero y cuarto puesto a falta de ocho vueltas para la bandera a cuadros, recortando segundo y medio por vuelta gracias a su ventaja de neumáticos. Una lucha en la distancia y a contrarreloj que finalmente no era suficiente para alcanzar un triunfo que obtenía Carlos Sainz, tras detener -y ayudar con DRS frente a unos Mercedes endiablados- a su amigo y rival Lando Norris. Un Gran Premio de Singapur apasionante.

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Vía – thebestf1.es