El piloto de Ferrari ya sabe lo que es remontar para llevarse el título de campeón. ¿Podrá hacerlo esta temporada?
El 9 de septiembre de 2012, Sebastian Vettel era un hombre abatido. Tras reducir notablemente su desventaja respecto a Fernando Alonso en la clasificación general, un fallo de fiabilidad hacía que se tuviese que retirar antes de tiempo del Gran Premio de Italia mientras que el asturiano sumaba un nuevo podio.
Fernando Alonso conseguía una carrera de ventaja encarando la parte final de mundial, con siete Grandes Premios por delante. Fernando había ganado tres carreras, subiendo dos veces más al podio, mientras que Vettel solo tenía la alegría del Gran Premio de Bahréin.
Parecía muy complicado que Vettel se consiguiera engancharse al mundial, más aún luchando contra la constancia de Fernando Alonso. Pero algo cambió en Red Bull, donde encontrar la forma de maximizar su rendimiento. De repente, Vettel encadenó cuatro victorias consecutivas; Singapur, Japón, Corea e India, lo que sumado al cero de Alonso en Japón, cuando fue tocado en la salida por Kimi Raikkonen, dio alas al Red Bull.
Vettel consiguió dar la vuelta a la clasificación a falta de tres carreras para el final del campeonato. En Abu Dhabi y Estados Unidos, Fernando y Sebastian quedaron en tablas, quedando todo por decidirse en la última carrera de la temporada, en Brasil. Ahí Fernando logró recortar puntos, pues finalizó en segunda posición, siendo campeón virtual durante ciertos periodos de la prueba. Pero Vettel logró remontar para finalizar sexto, sumando suficientes puntos para acabar siendo campeón con solo tres puntos de ventaja. Vettel se llevaba un nuevo título de campeón en una situación que se había puesto muy cuesta arriba desde aquél Gran Premio de Italia.
Ocurrió igual en cierta medida en la temporada 2010. En un Gran Premio de Corea para recordar, Mark Webber se iba al muro y Vettel sufría problemas de fiabilidad mientras que Alonso se llevaba un triunfo, lo que le dejaba a falta de dos carreras con una ventaja de 22 puntos. Poco pudo hacer Alonso en Brasil más que minimizar daños, acabando la carrera por detrás de los Red Bull y cediendo 10 puntos respecto a Vettel.
Red Bull llegaba con dos bazas a la última carrera del año para luchar tanto contra Fernando Alonso como con Lewis Hamilton. En el equipo de la bebida energética amagaron con Webber, Ferrari reaccionó lo que acabó metiendo a Fernando en un lío del que no fue capaz de salir, finalizando la carrera en séptima posición, sumando solo seis puntos por los 25 del piloto alemán, suficiente para que éste lograra remontar y consiguiera su primer título de campeón del mundo de pilotos.
De vuelta al presente, con seis Grandes Premios por delante, Sebastian Vettel tiene 40 puntos de desventaja, pero sigue dependiendo de sí mismo para llevarse el título de campeón. Y aunque pensar en seis triunfos consecutivos es complicado, no es nada que el piloto no haya hecho ya antes, y el Ferrari se encuentra en un gran estado de forma, un paso por delante de Mercedes, una posición que ya gozó Vettel en el pasado.
Vettel ya sabe lo que es ganar cuatro de los circuitos que vienen, resistiéndosele el triunfo en el Gran Premio de Rusia, y en el de México, donde, además, el pasado año tuvo un Gran Premio nefasto. Y aunque el de Ferrari tuvo el triunfo en el Gran Premio de Estados Unidos de 2013, no se puede obviar que Hamilton ha ganados cinco de las seis ediciones que se han celebrado en Austin, lo que no invita el optimismo.
Por lo que sí, la remontada es posible, ya ha ocurrido antes, y el Ferrari es un vehículo capaz de lograrlo, pero también es cierto que no está Vettel en condiciones de permitirse ningún nuevo error como los que ya acumula esta temporada, como tampoco lo está Ferrari, que no siempre ha estado acertado desde el muro. Ahora, turno de hacer apuestas.
[Fuente: caranddriver.es]