Los pilotos de R. Ferri Motorsport ganaron la penúltima prueba

Miguel Molina y Toni Vilander acarician el título de GT SprintX en las Pirelli World Series tras la penúltima carrera disputada este sábado en Utah.

El Ferrari de R. Ferri Motorsport se impuso con autoridad en la prueba por delante de sus uno de sus máximos rivales, el Porsche de Spencer Pumpelly-Michael Christensen, que debió luchar mucho en los compases finales con el Mercedes de Scott Heckert y Mike Skeen, que entraron en la meta a 3″871 y 4″608 de la pareja hispano-finlandesa. Los otros aspirantes al título, los pilotos de Porsche Scott Hargrove y Wolf Henzler, que llegaban como segundos del campeonato, sólo fueron cuartos.

A falta de la carrera del domingo, Molina y Vilander disponen de 20 puntos de ventaja sobre Hargrove-Henzler y 22 sobre sobre Pumpelly-Christensen. Prácticamente sólo un abandono, combinado con la victoria de uno de sus rivales, les puede apartar de la corona. La razón es que las diferencias de puntos entre las plazas son mínimas, algo común en los campeonatos americanos para conseguir mantener la incertidumbre hasta el final.

La primera fila fue patrimonio de Bentley, y el más rápido fue el de Álvaro Parente-Andy Soucek. En la arrancada, la pugna entre ambos Bentley fue brutal, pero Parente consiguió mantenerse al frente por delante de su compañero Baptista, con Vilander en tercera posición aguantando al Porsche de Christensen, que intentó sorprender al Ferrari sin conseguirlo.

Primer golpe de teatro en la tercera vuelta. El Bentley de Parente perdió ritmo de repente y fue superado por Baptista y Vilander, para perder tres posiciones antes de entrar en boxes y abandonar; Soucek quedó inédito.

Al cumplirse los 25 minutos de carrera se abrió el box para los cambios de piloto. Baptista fue el primero en parar para ceder el volante a Soulet; la parada fue algo lenta y les hundió. Vilander esperó hasta el último y cuando Molina salió a pista lo hizo por delante del Porsche, ya conducido por Pumpelly porque Christensen había parado una vuelta antes.

El Porsche intentó aprovechar sus neumáticos algo más en temperatura, pero Molina resistió el envite y comenzó a ganar terreno, hasta tener casi 6 segundos de ventaja cuando faltaban menos de cinco minutos para el final. En ese momento, el Mercedes de Skeen comenzó a acosar al Porsche, un acoso que duró hasta el final sin conseguir superarle, mientras Molina había levantado algo el pie.

[Fuente: soymotor.com]