• Opel tiene una larga historia en la popularización de tecnologías innovadoras desde segmentos superiores. Uno de los últimos ejemplos de esta filosofía son los faros adaptativos matriciales Intelli‑Lux LED Pixel.
  • Lanzado en el Opel Insignia, este sistema de iluminación revolucionario, hasta entonces reservado al segmento premium, pronto empezó a formar parte del equipamiento de modelos como el Opel Astra o, incluso, el Opel Corsa.
  • La iluminación ha sido uno de los campos de investigación predilectos de Opel, con hitos como los faros escamoteables del Opel GT en 1968 o el sistema de alumbrado AFL, estrenado en 2004.

Opel atesora una larga tradición en ofrecer en sus automóviles la mejor visibilidad y, por lo tanto, el mayor nivel de seguridad en la conducción por la noche. Por su posición en el mercado, el Opel Astra es clave como plataforma tecnológica para que las últimas innovaciones sean asequibles para un amplio espectro de compradores. Un papel que también desempeña en la popularización de los sistemas de alumbrado más sofisticados.

Ya en 2015 la anterior generación del Opel Astra llevó la innovadora iluminación matricial al segmento de los compactos. En el Nuevo Opel Astra, la marca sigue la misma filosofía con la iluminación matricial Intelli-Lux LED® Pixel completamente adaptativa. Estrenada en los modelos tope de gama de Opel, el Insignia y el SUV Grandland, desembarca en la categoría más importante en los mercados automovilísticos europeos de la mano del Opel Astra.

Con un total de 168 diodos LED (84 por faro) garantiza una distribución del haz de luz precisa y fluida en todo momento, sin deslumbrar a los demás usuarios de la vía. Con ello, el Nuevo Astra establece una nueva referencia en su categoría. Sus ultrafinos faros “recortan” fuera del haz de luz, con una precisión milimétrica, a los vehículos que se aproximan de frente. Mientras tanto, el resto de las zonas permanecen completamente iluminadas con las luces largas.

La tecnología de iluminación Intelli-Lux LED® Pixel es superior tanto frente a los sistemas convencionales como a los de xenón, dado que es más potente y precisa. En cuanto el coche abandona las áreas urbanas, los faros matriciales encienden automáticamente la luz larga y ajustan continuamente la longitud y la distribución del haz luminoso. No deslumbra a otros usuarios de la vía, mientras el resto de la carretera y su entorno permanecen perfectamente iluminados. Los segmentos LED se vuelven a encender automáticamente en cuanto el sistema detecta que no hay luces de otros vehículos.

Gracias esta tecnología los conductores de Opel pueden identificar los objetos en los extremos de la carretera con mucha mayor antelación. Esto les permite tener mayor tiempo de reacción cuando, por ejemplo, los animales pueden cruzar inesperadamente la carretera.

La eficiencia ha sido el factor con el que se han definido gran parte de los equipamientos del Nuevo Opel Astra, incluida la iluminación. Cada faro consume sólo 13 W, lo que supone un ahorro de energía del 81% comparado con un halógeno, que necesita alrededor de 70 W.

En las últimas décadas, Opel ha sido ampliamente reconocida por su papel pionero en el desarrollo de los faros modernos y las tecnologías de iluminación. Ya en 1968, el Opel GT impresionó además de por su novedosa forma de botella de Cola, por ser el primer coche alemán con faros escamoteables. En 1989, el Opel Calibra fue uno de los primeros coches de producción en serie en contar con faros elipsoidales. La altura de los faros de sólo 7 centímetros fue clave para lograr el exclusivo diseño del coupé y su excelente aerodinámica.

En 2003, Opel se convirtió en el primer fabricante en ofrecer un sistema dinámico de luz de curva y un sistema estático de luz de giro a 90º cuando presentó el innovador sistema AFL (Adaptive Forward Lighting – Sistema de Iluminación Adaptativa) en el segmento medio. En 2004, el Opel Astra fue el primer coche compacto en incorporar luz de giro y en 2006, la marca democratizó aún más esta tecnología de seguridad al ofrecer los faros bi-halógenos con luz dinámica de curva y estática de giro en los segmentos de coches y monovolúmenes pequeños, con el Corsa y el Meriva.

En 2008, la siguiente generación del sistema AFL + hizo su debut con el lanzamiento del Insignia estableciendo una nueva referencia en la industria del automóvil. Estos faros bixenón variables, ya adaptaban la distribución del haz de luz al perfil de la carretera, a la velocidad a la que se circulaba y a las condiciones meteorológicas.