• Impactante: un lenguaje de diseño como el de los nuevos Astra y Mokka exige colores vivos
  • El color de referencia: el “Kult Yellow” del Nuevo Astra combina la tradición de Opel con las tendencias actuales
  • Sostenibilidad en el taller de pintura: el proceso de pintado “3-wet” reduce aún más las emisiones

Con los nuevos Opel Astra y Opel Mokka, el fabricante de automóviles alemán no sólo ha desarrollado dos nuevos y emocionantes modelos, también ha creado dos sorprendentes colores de pintura.

Para acompañar a un lenguaje de diseño tan impactante como el del galardonado Mokka y el del nuevo Astra, Opel adopta unos nuevos colores vivos y llamativos: verde para el Mokka y amarillo para el Astra.

“Los colores de los automóviles no sólo deben gustar al cliente, también deben adaptarse al tamaño y la forma del coche”, explica Nicole Heidt, Assistant Chief Designer, Colour and Trim. “A un modelo del segmento compacto como el Astra le sientan mejor los sofisticados colores mica o metalizados, que a su vez son los más elegidos entre los clientes de ese segmento de mercado”.

Justo al comienzo del desarrollo del nuevo Astra, el equipo de Marketing de Opel informó al departamento de diseño que querían que la sexta generación de su superventas, el Astra, estuviera disponible en amarillo, un color que tiene una larga tradición en la marca.

Como es habitual cuando se trabaja sobre un color completamente nuevo, Nicole Heidt inició el proceso de creación haciendo una investigación sobre las tendencias de color utilizando herramientas profesionales. Junto a su propia experiencia, empezó a pensar en crear un nuevo tono de amarillo más oscuro para el nuevo Astra. Posteriormente, Nicole llevó sus ideas al taller de pintura del departamento de diseño, donde, como si se tratara de un nuevo plato, cocinó personalmente la “receta” del nuevo color.

En un vaso de precipitado de 200 mililitros con unos pocos gramos de diferentes pinturas destinadas al repintado de automóviles de un importante proveedor, mezcló los “ingredientes” hasta que el resultado se ajustó a su idea.

A continuación, la diseñadora preparó un “mood board” -un collage de imágenes- y muestras de color para presentar el nuevo color a la dirección de diseño y marketing. Tras su aprobación, Nicole elaboró muestras para el proveedor de pintura de la planta de Rüsselsheim, cuyo producto final debía coincidir lo máximo posible con el concepto de diseño y las muestras de color para pasar a su producción en serie.

Un proceso minucioso: el desarrollo de nuevos colores puede llevar hasta cuatro años

El proceso de desarrollo de un color para un nuevo modelo puede durar hasta cuatro años y la nueva pintura debe estar “lista para ser pulverizada” por los robots 12 meses antes del inicio de la producción. “El amarillo que hemos elegido como color de lanzamiento para el nuevo Astra al inicio del proceso ha dado en el clavo”, añade Nicole Heidt. “Este tipo de colores están muy de moda en la actualidad”.

En el caso del Mokka, un pequeño SUV destinado un perfil de cliente más joven que el del nuevo Astra, Opel buscaba un nuevo color atrevido y deportivo. Los estudios de Nicole Heidt revelaron que los tonos verdes marcarían aquí la tendencia. “Además, el verde es el color perfecto para un vehículo 100% eléctrico de cero emisiones como el Mokka-e”, concluye.

Técnica de pintado “3-wet”: reduce al año unas 2.200 toneladas de emisiones de CO2

Los vehículos electrificados como el Opel Mokka-e 100% eléctrico o el nuevo Astra híbrido enchufable son sólo dos ejemplos de cómo el fabricante alemán de automóviles contribuye para conseguir una movilidad sostenible. La pintura también tiene su propio papel. Por ejemplo, el “Kult Yellow” del nuevo Astra se aplica en la planta de producción de Rüsselsheim, donde se han reducido significativamente las emisiones del taller de pintura. La planta actualmente recurre al método de pintado “3-wet”, que elimina por completo un paso de secado del proceso. En comparación con los procesos de pintura convencionales, esta técnica reduce las emisiones anuales de CO2 en unas 2.200 toneladas, mientras garantiza unos altos niveles de protección contra la corrosión y el desconchado. Además, el consumo anual de agua se reduce en unos 1.800 metros cúbicos.