- Ángel, de 81 años, mantiene en activo dos tractores EBRO de los años 60 y 80, y ahora conduce también un EBRO s800 con motor 1.6 turbo.
- La historia de Ángel refleja el vínculo intergeneracional con EBRO en el entorno rural, donde los modelos clásicos siguen en funcionamiento décadas después.
En una pequeña localidad de la provincia de Zamora, donde el tiempo se mide por cosechas, estaciones y ferias agrícolas, vive Ángel, un agricultor de 81 años con una historia que parece escrita sobre ruedas. Su relación con la marca EBRO no es reciente ni pasajera: comenzó hace más de cinco décadas, cuando adquirió un EBRO 160D que aún hoy sigue funcionando sin ningún tipo de problema, casi como el primer día. Aquel fue el primer tractor que entró en la finca familiar, y desde entonces Ángel ha vivido toda una vida acompañado por el rugido constante y fiel de sus EBRO.
Después se sumó a la flota un EBRO de la serie 8000, ya en los años 80, con más potencia y mayor rendimiento para afrontar las nuevas exigencias del campo. En la actualidad, Ángel usa el 160D para trabajos en parcelas más pequeñas y el 8000 en lugares más amplios o con peor orografía. A diferencia de lo que ha ocurrido con otras máquinas, Ángel nunca se vio obligado a cambiar de marca ni a dar por perdidos sus viejos tractores. “Con mantenimiento, cariño y piezas cuando hace falta, estos tractores no fallan. Son de otra época, pero siguen haciendo el trabajo a día de hoy con la misma suavidad y fiabilidad de siempre”, asegura con una mezcla de orgullo y cariño mientras pasa la mano por la chapa envejecida pero firme del 160D.
Por eso, cuando hace unos meses su nieto le enseñó que EBRO volvía al mercado, Ángel no se lo creyó del todo. “EBRO vuelve, pero no con tractores: con coches”, le dijo. Y así conoció el nuevo EBRO s800, un SUV de siete plazas con motor 1.6 turbo de gasolina y 147 CV, completamente pensado para la carretera, para familias y para un uso cotidiano que poco tiene que ver con los surcos de la tierra. Aun así, Ángel no tardó en interesarse. “Me picó la curiosidad. Si han vuelto, pensé, será con algo bueno. Y acerté”.
Un aliado perfecto para la vida diaria
Hoy, el EBRO s800 comparte espacio con los dos tractores en la nave agrícola. Es el coche que Ángel usa a diario para moverse por la comarca, hacer gestiones, visitar a los nietos o ir al médico. El cambio fue natural. En sus palabras, “parece mentira que sea de la misma marca, pero cuando lo conduces, entiendes que sí lo es. Hay algo en la forma en que responde, en lo robusto que se siente, que te recuerda al espíritu de antes”.
El s800 ha sorprendido a Ángel por su suavidad, el confort de marcha, el espacio interior y la sensación de seguridad que transmite. Asegura que incluso su hija, que nunca fue muy amiga de los coches grandes, se ha sentido cómoda llevándolo. “Se nota que está hecho para durar, pero también para agradar. Como si hubieran aprendido mucho en estos años, sin perder lo esencial”, afirma.
Para EBRO, historias como la de Ángel no son solo emotivas: son el reflejo de una marca que ha dejado una huella profunda en varias generaciones y que ahora, tras su relanzamiento, quiere volver a ocupar un lugar en la vida cotidiana de las personas. El caso de Ángel conecta dos mundos que rara vez se encuentran: el de la agricultura tradicional y el de la movilidad actual. Y lo hace a través de una fidelidad que se ha mantenido intacta con el paso del tiempo.
El EBRO s800 no viene a sustituir a sus tractores. Convive con ellos, completa una historia. Es, en palabras de Ángel, “una manera de seguir siendo EBRO, pero ahora también en carretera”. Y lo dice con la convicción de quien sabe que no muchas marcas pueden acompañar a una misma familia durante más de 50 años.
En un país donde el vínculo con la tierra, la industria y el recuerdo de una marca como EBRO sigue tan vivo como los motores que aún funcionan, la historia de Ángel no es solo entrañable: es una declaración de principios.
El EBRO s800 gasolina se vende en la red oficial de concesionarios de la marca por un precio que parte desde los 31.500 euros (en el acabado de acceso Premium) o desde los 32.990 euros (para el acabado Luxury, el más completo de la gama).
La gama híbrida enchufable parte de 32.050 euros. Todos estos precios incluyen promociones y descuentos por financiación aplicables a cada uno de los modelos; y, en el caso de las variantes PHEV, se añaden a las promociones las ayudas del Plan MOVES III a los vehículos cero emisiones.