Cuando nuestro coche sufre una avería o un golpe/accidente, lo primero que pensamos es en llevarlo al mejor taller para que la reparación sea los más correcta posible.
Pero, antes de hacerlo, en este artículo queremos ayudarte a rebajar la factura final de la reparación con algunos consejos que a buen seguro te serán útiles.
Lo primero es evaluar la situación y comprobar que piezas de nuestro coche necesitan ser sustituidas. No es lo mismo cambiar piezas de desgaste como discos de freno, pastillas, embrague que tener que cambiar piezas de la carrocería. Como capó, aletas, paragolpes…
Dependiendo de lo que se vaya a cambiar podemos abaratar de forma considerable la factura final y, lo mejor de todo, con piezas originales que darán el mismo funcionamiento que las anteriores.
La utilización de recambios de segunda mano es más habitual de lo que nos pensamos. De este modo no solo nos ayudamos a nosotros mismos obteniendo piezas de un vehículo ya retirado que, por lo que sea, ha terminado sus días en el desguace. Siendo un estupendo donante para las piezas que necesitamos un coste menor y, como decíamos, contando con piezas originales en la mayoría de los caso.
También ayudamos al medioambiente con la reutilización y aprovechamiento de piezas que aún son perfectamente útiles para otro coche. Darles una segunda vida hace que no se tenga que fabricar otra con todo lo que ello conlleva en el uso de materiales y la propia contaminación en la creación de la pieza. Que aunque nos pueda parecer poca cosa, no lo es.
Por ello este hábito de reutilización y aprovechamiento de lo que ya está fabricado es interesante para todos.
Además, no solo puedes obtener piezas como las mencionadas; capó, aletas, paragolpes y un largo etcétera. Otras partes del coche como las ruedas de tu coche, pueden ser perfectamente sustituidas por neumáticos usados provenientes de otros coches, en buen estado, revisados y aun con mucha vida útil por delante.
Es como decíamos antes, una manera de bajar los costes en la factura final, que se nota considerablemente y obtener a cambio una pieza que aún está en uso y en buen estado. Evitando así que se tenga que fabricar una nueva con el consiguiente gasto de energía, materiales, emisión de gases tóxicos a la atmósfera en la fabricación.
En el caso de los neumáticos no debes tener miedo pensando que pueden ser antiguos o presentar algún defecto. A título personal te puedo hablar sobre esta práctica y, en todas las ocasiones que usado neumáticos de segunda mano, usados, siempre han funcionado como cabría esperar, bien. Ningún problema con ellos.
Con otras piezas de segunda mano, lo mismo. Muchos de los coches que circulan por nuestras carreteras llevan piezas que han sido obtenidas de otro coche y no presenta ningún problema.
Te animamos que si tu coche ha sufrido un accidente o una avería y puedes obtener esa pieza a menor coste en un desguace lo hagas, siempre claro, que la pieza sea compatible con tu coche y se encuentre en buen estado de uso.